Inocentes

Nos besaremos en plazas,
en callejones
y en esquinas
transitadas por unas
setecientas personas,
para que se maravillen
con nuestra irreverencia.

Nos tocaremos en parques,
en el subterráneo 
y en avenidas
transitadas por unos
cien mil automóviles,
si es que te complace
dar espectáculos.

Haremos el amor en una inmensa pradera,
bajo millones de estrellas
que, celosas, no podrán dejar de mirarnos;
a ti y a mí
dando tumbos colina abajo;
a ti y a mí
riendo,
       sudando
               y pensando,
como si fuésemos adolescentes
inocentes,
que ese momento nunca se va a terminar.

Así es el amor: Loco.

L.F. Arias.