Surf en SD

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La vida está en el camino.

miércoles, 27 de junio de 2012

Toros, Perros y Gatos

Tanto tiempo, que raro es alejarme de este sitio, no debería hacerlo; hace un momento me estaba leyendo, y hay buen material, me gustó lo que leí, sería fantástico que muchos otros pudieran disfrutarlo también, pero leer es algo que a la mayoría de la gente no le gusta, a mi no me llamaba la atención hasta hace como un año así que no los culpo, aunque debo decirles que no saben de lo que se pierden.

Ya estamos pisando la segunda mitad del año, con metas sin cumplir y metas sin siquiera haber sido trazadas, yo me encuentro bien, ¿ustedes?. Fui azotado por una mala racha, pero la sobreviví, no recuerdo cuando fue la última vez que tuve tanta mala suerte junta, pero sólo espero que no se repita, sin duda me afectó, dejé de escribir, de grabar, de pensar... Con decirles que ahora sólo puedo revisar mis apuntes y esperar a sentirme de nuevo como antes para continuar con mis proyectos.

Hace dos días tuve una conversación con una amiga que está en contra de las corridas de toros y el abandono de animales en la calle; fue gracioso porque aunque considero que son causas nobles - porque es muy desagradable lo que les hacen, jugar con una vida no debería ser divertido - no son de las que me atraen y eso la llevó a preguntarme, "¿Y entonces qué te importa a ti?", buena pregunta... Hoy leyendo mis propios escritos, me siento con muchas ganas de responderle - aunque ella nunca me lee - Sabes, creo que lo que me importa es... 

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Lo que me importa  abarca muchas cosas que no puedo solucionar, así como ella no puede eliminar las corridas de toros; me importan las calles sucias de caracas, los hombres que no le dan sus asientos a las señoras de 60 años, la ignorancia de las clases bajas, la pérdida de los valores por parte de nuestra sociedad; me importa la mierda que pasan ahora en la televisión, las drogas que le roban las vidas a los estúpidos que caen, el egoísmo que nos impide compartir lo poco que tenemos, la corrupción, el precio del pasaje de las camionetas, la falta de empleos de calidad para la gente joven, el precio del té lipton en farmatodo; me importa el precio de la vida y lo difícil que va a ser conseguir todo lo que quisiera, eso nos pasa a todos, y no podemos evitarlo, es increíble.

Considero que una tradición tan antigua será difícil de eliminar, si lo hacen, estaría bien... supongo, pero, también sería bueno intentar solucionar otros problemas, de verdad que lo lamento por los toritos, es en serio, no bromeo, pero, quizás si dedicamos esfuerzos para que los niños pequeños aprendan las cosas que de verdad tienen que aprender ellos solucionarían muchas cosas que nosotros no podemos solucionar ahora, a lo mejor ellos eliminen las corridas de toros, en lo personal espero que primero aprendan a vivir y a difundir amor, espero que no usen drogas, no fumen, no beban alcohol, no tengan sexo sin protección y mejoren la economía.



¿Los animales de la calle?, bueno, si quisiera fundar un hostal para las mascotas abandonadas, lo haría y los metería a todos gratis allí, pero primero iría a votar el 7 de octubre y me preocuparía por no tirar basura en la calle, le sonreiría a cada persona que me salude, le estrecharía la mano hasta al profesor ese que me cae tan mal, sólo para demostrarme a mí mismo que la tolerancia es un don que sólo los que se lo proponen consiguen tener; me voy a quedar en la parada del metrobus durante horas para mejorar mi paciencia, no me colearé en ninguna cola - ni en la del banco - voy a intentar ser un ejemplo, porque sólo así podré conseguir que algunos intenten imitarme, quizás luego los toros corran libres por las sabanas, liderando una gran estampida de perros y gatos, una imagen hermosa que sin duda conseguiría hacernos sonreír.


Tolerancia. 

L.F Arias


viernes, 1 de junio de 2012

La vida es frágil

Cada vez que recuerdo lo frágil que es la vida, me digo de nuevo; ¡No!, me grito a mí mismo, me obligo a omitirlo, me lleno la cabeza de pensamientos, de paraísos y bosques, llanuras y sabanas; pensamientos dentro de sueños de vida eterna; un viaje largo que no termina, una caminata bajo un cielo color lavanda, hermoso, con toques de naranja brillante que pintan algunas nubes. Pero es inevitable, algún día nos toca irnos para siempre.

Es difícil aceptar que cada una de nuestras sonrisas se pierden en la inmensidad de este mundo, y que cuando nos vamos, no sabemos si alguien pudo rescatarlas. Más difícil que morir es quedar vivo, extrañando a los dichosos que se libran de la maldad de nuestra tierra, se marchan libres de malos sentimientos, sin envidia ni odio, se van sin rencor, se elevan y siguen un camino desconocido por todos nosotros.

Quedan fotos, imágenes que utilizamos para recordar aquellas situaciones que merecen ser recordadas, quedan corbatas y pantalones, pulseras y vestidos; el closet con las gavetas llenas de sostenes y medias, camisas y franelas, cosas que ellos no volverán a usar, pues al momento de marcharse los visten con sus mejores ropas - o con sus favoritas - ya no volverán a cambiarse, así como no nos mirarán de nuevo a los ojos.

Cada vez que recuerdo lo frágil que es la vida, pienso en lo poco que significa para muchos; pienso en los vicios y los secretos, en las tentaciones que aparecen siempre inesperadas y en las canciones que escuchaba hace años; pienso en mi futuro, y en por qué muchos otros no lo tendrán.

Con un vacío en el pecho intento sonreír, escribir o hacer alguna cosa que me distraiga; no puedo evitar pensar en mi abuela, ni en mi padre... tantos años olvidados, recuerdos que simplemente se escondieron para no fastidiarme, pero que nunca desaparecieron.

Cuando pienso en lo rápido que se nos va la vida, dejo de pensar en ella, estamos aquí para luchar contra el tiempo, sabiendo que no le vamos a ganar, es mejor hacernos los locos y pasar los días buscando la felicidad, a lo mejor así el tiempo tendrá misericordia y nos regalará unos cuántos años más para conseguir lo que sea que estamos buscando y hacer lo que sea que vinimos a hacer a este mundo tan pervertido por nuestras propias ideas egoístas.




L.F Arias

"La vida es un regalo muy frágil, como casi todo lo que es valioso"